En
esta publicación apenas voy a hablar del "tesoro" en
cuestión. Se trata de contar la
vivencia de buscarlo por los montes de Cantabria.
En el último año y medio he ido a este lugar 4 veces buscándolo. Lo único que sabía es el topónimo de la zona, topónimo que no era conocido ni por los escasos lugareños que me he cruzado. En fin, que la única opción era patear y confiar en la suerte, y en el ojo. El maldito no aparecía y ya empecé a dudar de la escueta información que me puso sobre su pista. Tal vez la maleza había terminado de engullirlo. Ayer hice otra tentativa. 12 kms caminados y ya me volvía al coche apuntando otro fracaso. Un último vistazo, el sol a unos milímetros de perderse en el horizonte. Según los planos, debía localizarse a la derecha del sendero que ya había recorrido muchas veces. Nada, no hay nada que hacer. Sólo veo zarzas y bardales mucho más altos que yo. De repente miro a la izquierda, aún convencido de que "tiene que estar ahí, a la derecha", en algún lugar. Y lo veo. Enorme y misterioso como pocas cosas que haya visto. Lo había tenido a un giro de cabeza en todas las ocasiones anteriores.
No es una iglesia espectacular. No aparece en las guías oficiales y sé que el desconocimiento hará que muchos ciudadanos no lo valoren, ni lo comprendan. Pero impresiona y merece el relato. Es un túmulo megalítico de unos treinta metros de diámetro, cerca de tres metros de altura. Lleva cerca de 6.000 años callado y olvidado, imponente, rodeado de un pinar que parece tener miedo de acercarse demasiado. Los primeros agricultores-ganaderos que poblaron la comarca levantaron una pequeña cámara con láminas (lajas) talladas en arenisca. Colocaron en su interior un ajuar funerario y los restos de sus difuntos. Luego cubrieron la cámara con capas de tierra y piedras.
Y ahí sigue. Me lo ha puesto difícil (y reconozco que yo no he andado muy listo en la búsqueda), pero le agradezco que por fin me haya dejado conocerle
En el último año y medio he ido a este lugar 4 veces buscándolo. Lo único que sabía es el topónimo de la zona, topónimo que no era conocido ni por los escasos lugareños que me he cruzado. En fin, que la única opción era patear y confiar en la suerte, y en el ojo. El maldito no aparecía y ya empecé a dudar de la escueta información que me puso sobre su pista. Tal vez la maleza había terminado de engullirlo. Ayer hice otra tentativa. 12 kms caminados y ya me volvía al coche apuntando otro fracaso. Un último vistazo, el sol a unos milímetros de perderse en el horizonte. Según los planos, debía localizarse a la derecha del sendero que ya había recorrido muchas veces. Nada, no hay nada que hacer. Sólo veo zarzas y bardales mucho más altos que yo. De repente miro a la izquierda, aún convencido de que "tiene que estar ahí, a la derecha", en algún lugar. Y lo veo. Enorme y misterioso como pocas cosas que haya visto. Lo había tenido a un giro de cabeza en todas las ocasiones anteriores.
No es una iglesia espectacular. No aparece en las guías oficiales y sé que el desconocimiento hará que muchos ciudadanos no lo valoren, ni lo comprendan. Pero impresiona y merece el relato. Es un túmulo megalítico de unos treinta metros de diámetro, cerca de tres metros de altura. Lleva cerca de 6.000 años callado y olvidado, imponente, rodeado de un pinar que parece tener miedo de acercarse demasiado. Los primeros agricultores-ganaderos que poblaron la comarca levantaron una pequeña cámara con láminas (lajas) talladas en arenisca. Colocaron en su interior un ajuar funerario y los restos de sus difuntos. Luego cubrieron la cámara con capas de tierra y piedras.
Y ahí sigue. Me lo ha puesto difícil (y reconozco que yo no he andado muy listo en la búsqueda), pero le agradezco que por fin me haya dejado conocerle
Túmulo La Turba, Estación megalítica Hayas-Guriezo.
A la espera de la ficha, ¿puede adelantar dónde está situado?
ResponderEliminarestá cerca de guriezo
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