autor : López Campillo 7 jun 2013

Otro de los puntos dominantes que fueron fortificados durante la guerra civil dentro de la línea del río Asón.
La loma de Gromo, en la población de Argoños, vio su ladera oeste fortificada a base de trincheras y al menos 3 nidos de ametralladora (probablemente se levantaron más).

En imagen, entre el bosque de la parte superior y las viviendas que destrozaron la loma en años recientes, puede apreciarse el rastro de las trincheras. Presentan forma de arco y zig-zag, tratando de evitar los ametrallamientos, especialmente los aéreos, y la metralla de las explosiones. Las obras se ejecutaron con la mano de obra de presos procedentes del penal de El Dueso. En el centro de la imagen se divisa una trinchera con forma de arco. En sus extremos se aprecian dos manchas blanquecinas: dos nidos de ametralladora. Bajo el arco, una serie de trincheras en zigzag, y más huellas de trincheras en la campa de la derecha.

El Gromo alberga mojones militares de 1860, también restos de la fortificación desarrollada por el ejército napoleónico hacia 1813, estacadas y empalizadas las cuales, al igual que las trincheras de la guerra civil, han dejado su huella. Los vestigios de un fuerte napoleónico que llegó a tener una veintena de piezas artilleras pueden conocerse en lo alto del Gromo. Se trata de una obra realizada a base de tierra apisonada, fosos, parapetos y estacadas. Doscientos años después las escarpas arcillosas del llamado Fuerte del Gromo siguen parcialmente en pie, lo cual da buena cuenta del trabajo de los ingenieros militares franceses. 



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