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THC 31. Fortín de Sámano

La llamada "Línea del Agüera" es el  sistema defensivo que el mando republicano plantea en las cumbres de la margen izquierda del Agüera, en un intento de contener el avance del llamado bando nacional. Estamos hablando de una línea de al menos 14 kms con trincheras, parapetos, pozos de tirador, nidos de ametralladora, refugios y un fortín, extendidos hasta la cima del Betayo, frente a Biroleo y Castro Alén, elevaciones en manos del enemigo en julio de 1937.
El Fortín de Sámano se planta en una elevación clave dentro del sistema defensivo del Agüera, el acceso por carretera al valle de Guriezo desde el puerto de La Granja. Es una trinchera excavada en roca de 30 metros de largo y puesta a cubierto con una estructura de hormigón armado. Presenta dos troneras para ametralladora y 20 para fusil, con dos huecos frente a las troneras de ametralladora que facilitarían el paso y serían usados como almacén de municiones. El fortín quedaba debidamente camuflado y protegido bajo una capa de tierra y probablemente lonas, redes y ramajes.



La línea de contención del Agüera no llegó a entrar en batalla, tan sólo los atrincheramientos situados más al sur. El contingente vasco destinado a su defensa se replegó en agosto de 1937 a la siguiente línea fortificada, la del Asón. Días después las tropas vascas (alrededor de 12.000 hombres) se entregaron en las poblaciones de la desembocadura del Asón (Santoña, Colindres, Laredo...).

(datos extraídos de "Fortificaciones de la Guerra Civil en la zona oriental de Cantabria", VV.AA, publicado en Castillos de España. Gracias al historiador José Ángel Hierro Gárate).
24 jun 2013
autor López Campillo

Curiosidades 32. Fortificar las costas

Hacia 1937 las aguas del cantábrico eran dominadas por la flota rebelde. En respuesta, numerosos puntos estratégicos de las costas cántabras son fortificados por el bando republicano para ejercer labores de control y vigilancia. El litoral queda dividido en los siguientes sectores: 1 Unquera-Suances, 2 Suances-Cabo de Ajo, 3. Ajo-Ría de Oriñón. 4. Ría de Oriñón-Extremo oriental.
Los trabajos son encomendados a la Compañía de Costa nº13, a excepción del tramo oriental que fue asignado a la Comandancia de Ingenieros de Castro-Urdiales. El litoral de Cantabria se fortifica con líneas de trincheras, galerías cubiertas, nidos de ametralladora, emplazamientos para cañón (el punto más fortificado es el Monte Picota)... Se trata de un plan defensivo tardío y sin la debida continuidad, condicionado por las premuras de la contienda.
Empezamos conociendo las fortificaciones de esta línea costera visitando Noja. Sus costas son fortificadas hacia abril de 1937 con una  casamata, dos galerías cubiertas,  tres nidos de ametralladora y líneas de trincheras en la playa de Helgueras, más otra línea atrincherada en el monte Brusco. Y hubo más, al menos en proyecto. Como en el resto de sectores, en las obras de Noja intervinieron ciudadanos movilizados y  obreros eventuales. La peculiaridad es que en Noja también intervienen presos derechistas procedentes de El Dueso, Santoña.

Casamata levantada en Noja. Llegó a montar un cañón de campaña "Mondragón" de 88 mm (fabricado en México). A veinte metros se conserva el depósito subterráneo de municiones (limpiado recientemente).

(datos extraídos de "Fortificaciones de la Guerra Civil en la zona oriental de Cantabria", VV.AA, publicado en Castillos de España. Gracias al historiador José Ángel Hierro Gárate).
21 jun 2013
autor López Campillo

Curiosidades 21. Balazos

Durante la Guerra Civil, Valderredible se convierte en uno de los frentes más fortificados con trincheras y baluartes, y de los más activos. El llamado "frente de la Lora" (entre San Martín de Elines y Aguilar de Campoo) registra duros combates, con constantes avances y retrocesos por parte de los dos bandos. La lucha en este frente se sostiene durante más de un año.
Los rastros de la contienda en Valderredible pueden seguirse a lo largo de numerosas posiciones fortificadas. En Polientes, en el entorno de su iglesia, pueden observarse varias fachadas acribilladas a balazos. 






8 jun 2013
autor López Campillo

Curiosidades 6. Los vigías del tren

Seguimos conociendo las fortificaciones de la Guerra Civil en la llamada Línea del Asón, la última que intenta levantar (tarde y con pocos medios) el bando republicano para hacer frente al ataque del bando nacional desde el País Vasco. De fortificar la Línea del Asón se encargan tres batallones (además de presos políticos procedentes del penal de El Dueso), dependientes del Cuerpo de Ejército de Santander. El puesto de mando se situó a retaguardia, en Villaverde de Pontones. En Solares se sitúa el Hospital Divisionario.

En un altozano en el barrio de Primosto (Bárcena de Cicero), a la derecha del conocido puente de Treto si vamos dirección Santander-Bilbao, se levanta un fortín (20 metros de largo) y un nido de ametralladoras. Estaban conectados entre sí por trincheras en zig-zag. Se orientan a la ría, por lo que su cometido debió ser batir la vía ferroviaria que pasa a los pies de la loma. Pueden apreciarse a la izquierda de la imagen. 


Curiosidades 5. Una loma y dos guerras

Otro de los puntos dominantes que fueron fortificados durante la guerra civil dentro de la línea del río Asón.
La loma de Gromo, en la población de Argoños, vio su ladera oeste fortificada a base de trincheras y al menos 3 nidos de ametralladora (probablemente se levantaron más).

En imagen, entre el bosque de la parte superior y las viviendas que destrozaron la loma en años recientes, puede apreciarse el rastro de las trincheras. Presentan forma de arco y zig-zag, tratando de evitar los ametrallamientos, especialmente los aéreos, y la metralla de las explosiones. Las obras se ejecutaron con la mano de obra de presos procedentes del penal de El Dueso. En el centro de la imagen se divisa una trinchera con forma de arco. En sus extremos se aprecian dos manchas blanquecinas: dos nidos de ametralladora. Bajo el arco, una serie de trincheras en zigzag, y más huellas de trincheras en la campa de la derecha.

El Gromo alberga mojones militares de 1860, también restos de la fortificación desarrollada por el ejército napoleónico hacia 1813, estacadas y empalizadas las cuales, al igual que las trincheras de la guerra civil, han dejado su huella. Los vestigios de un fuerte napoleónico que llegó a tener una veintena de piezas artilleras pueden conocerse en lo alto del Gromo. Se trata de una obra realizada a base de tierra apisonada, fosos, parapetos y estacadas. Doscientos años después las escarpas arcillosas del llamado Fuerte del Gromo siguen parcialmente en pie, lo cual da buena cuenta del trabajo de los ingenieros militares franceses. 



7 jun 2013
autor López Campillo

Curiosidades 4. Un río fortificado

Dos de las fortificaciones de la Guerra Civil emplazadas en la loma de Vivero, Cicero. La loma alberga al menos seis fortines o galerías cubiertas para tiradores, más un nido de ametralladora con tronera doble. Estas posiciones batían con sus tiros la carretera y la línea ferroviaria dirección a Santander. Fueron levantadas en 1937 por el Batallón nº 4 de Ingenieros, con sede en Cicero y forman parte de un notable conjunto fortificado que se extiende a lo largo del último tramo del río Asón. Iremos conociendo más emplazamientos de la llamada Línea del Asón.



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THC 11. Conjunto fortificado del Monte Picota, Piélagos.

El Monte Picota se localiza entre las localidades de Mortera y Liencres, pertenecientes al término municipal de Piélagos y constituye uno de los accidentes geográficos más notables y destacados de la llanura litoral del centro de la Región Cantábrica.
Esta sierra, que cierra por el Noroeste la comarca de la Bahía de Santander, constituye un punto estratégico, desde donde es posible controlar buena parte de la costa cantábrica, al menos, entre las desembocaduras del Saja-Besaya (por el Oeste), hasta Cabo Mayor (por el Este).
Su estratégica ubicación fue aprovechada ya desde la Prehistoria: así, en este monte se han documentado afloramientos de sílex explotados, al menos, desde el Paleolítico Medio (100.000-40.000 años antes del presente), por grupos de neandertales.
Ya en el siglo XX, el Picota va a desempeñar un notable papel en el control militar de la llanura litoral ubicada en torno a la ciudad de Santander.
El conjunto de estructuras de la sierra costera del Picota constituye un claro ejemplo de línea defensiva fortificada de la Guerra Civil española. Se trata de una línea de defensa que tiene su punto fuerte en la orografía, por su ubicación en zonas altas y de difícil acceso frontal de los nidos de ametralladoras y su principal debilidad en las propias características de las estructuras.
La combinación del terreno con estructuras de mampostería y trincheras excavadas en el suelo conforman un conjunto singular y de indudable interés histórico-cultural. Todas sus características hacen de las trincheras y nidos de ametralladoras del Picota un conjunto excepcional que necesita de una protección que garantice su permanencia y el disfrute por parte de los ciudadanos.
El Monte Picota alberga una elevada concentración de estructuras defensivas: Búnkers, trincheras antiaéreas, nidos de ametralladoras, depósitos de munición e incluso pequeñas cavidades empleadas como improvisadas viviendas y polvorines, jalonan las cimas y laderas altas del monte, constituyendo una de las mayores redes de estructuras bélicas del s. XX conservadas en nuestra Comunidad Autónoma.

Texto extraído de B.O.E, 6-2-2009.

Imagen: uno de los (al menos) 23 nidos de ametralladora que componen este impresionante conjunto fortificado.



6 jun 2013
autor López Campillo
Espacio para la divulgación del patrimonio histórico cántabro. Funciona a modo de inventario de "hitos con historia" esparcidos por los valles, montañas y pueblos de la región, entre la prehistoria y la guerra civil: cuevas y abrigos prehistóricos, grabados post-paleolíticos, menhires y túmulos megalíticos, poblados castreños, estelas, campamentos romanos, necrópolis, ermitas rupestres, iglesias, retablos, torres medievales, fortalezas, casonas solariegas, escudos, batanes, ferrerías, molinos de marea y río, hórreos, faros, trincheras, nidos de ametralladora...
cachos de historia que sin duda merecen ser conocidos, valorados y preservados.

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