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THC 33. Iglesia Sta M La Real, Las Henestrosas de las Quintanillas
Se asienta sobre una loma a medio camino entre Bercedo y Las Henestrosas en la que se han hallado los enterramientos y estelas funerarias de una necrópolis del siglo IX. Fue levantada a finales del XII con una nave, cabecera semicircular y espadaña, dentro de las escuelas de Aguilar, San Andrés de Arroyo, Rebolledo de la Torre y Piasca. En el siglo XVI (1503, reza una inscripción) la espadaña se transformó en la torre que hoy vemos y se añadieron las naves laterales. Los elementos que componían la espadaña se incorporaron en el muro de poniente del campanario.
Conserva completo su ábside, adornado con pinturas al fresco de finales del XV en las que apreciamos escenas bíblicas: las bodas de Caná, la huída a Egipto, San Pedro y San Pablo, la Natividad y la Matanza de los Inocentes. Al parecer las pinturas conservadas en la cabecera del templo cubrieron en tiempos todo el interior de la iglesia. En el interior también puede conocerse una talla de Virgen con Niño del siglo XIV y una notable colección de estelas funerarias medievales e inscripciones de época romana.
THC 32. Colegiata de Santa Cruz, Socobio, Castañeda
Sus archivos se perdieron en un incendio en 1560, lo que complica reconstruir el devenir histórico del monasterio y después Colegiata de Santa Cruz. La primera referencia se remonta al año 1073, un documento en el que aparece como firmante el abad Iohannis de Sancta Crux de Chastanieta.
Se enclava en un punto estratégico y paso obligado en el que confluyen las principales vías que cruzan longitudinal y transversalmente la región. La iglesia fue concebida con una sola nave, crucero, tres ábsides (uno de ellos desaparecido), linterna y torre cuadrada adosada al muro sur.
Se enclava en un punto estratégico y paso obligado en el que confluyen las principales vías que cruzan longitudinal y transversalmente la región. La iglesia fue concebida con una sola nave, crucero, tres ábsides (uno de ellos desaparecido), linterna y torre cuadrada adosada al muro sur.
Sus proporciones son inusuales en el románico cántabro. En su interior destaca la calidad de la escultura monumental, mucho más rica que la que encontramos en el exterior.
THC 27. Ermita de Santa Justa, Ubiarco
En la ensenada de Ubiarco destaca un hito geológico, un anticlinal. La erosión marina vació su interior de lodos y sedimentos y la peculiar cavidad terminó dando cobijo a una ermita semi-rupestre al borde del mar.
Se cuenta que fue lugar de peregrinación ya en época romana. Contiene las reliquias de las santas Justa y Rufina. El interior puede visitarse cada 19 de julio, día en el que se celebra una romería. La actual edificación debió ser levantada en el siglo XVI. Es en este momento cuando aparecen numerosas referencias documentales civiles y religiosas, bien por su posición en una ensenada, bien por la celebración de romerías. La obra no presenta decoración alguna, limitándose a dos paredes de mampostería ceñidas al anticlinal y un tejado a un agua. Al parecer, antes del siglo XVI la cavidad ya era empleada por ermitaños.
Es una de las estampas costeras emblemáticas de Cantabria, historia y naturaleza concentrándose en un lugar especial.
Volveremos a Ubiarco para conocer la fortificación que la ensenada ve en tiempos de la guerra civil y los vestigios de una centenaria torre ballenera.
Se cuenta que fue lugar de peregrinación ya en época romana. Contiene las reliquias de las santas Justa y Rufina. El interior puede visitarse cada 19 de julio, día en el que se celebra una romería. La actual edificación debió ser levantada en el siglo XVI. Es en este momento cuando aparecen numerosas referencias documentales civiles y religiosas, bien por su posición en una ensenada, bien por la celebración de romerías. La obra no presenta decoración alguna, limitándose a dos paredes de mampostería ceñidas al anticlinal y un tejado a un agua. Al parecer, antes del siglo XVI la cavidad ya era empleada por ermitaños.
Es una de las estampas costeras emblemáticas de Cantabria, historia y naturaleza concentrándose en un lugar especial.
Volveremos a Ubiarco para conocer la fortificación que la ensenada ve en tiempos de la guerra civil y los vestigios de una centenaria torre ballenera.
Curiosidades 26. La peste y un convento laredano
El
Convento e Iglesia de San Francisco, en Laredo, fue levantado a
finales del XVI en honor a los franciscanos y su labor durante las
epidemias que asolaron la villa. La orden se trasladó al
convento tras la peste de 1568. Cuenta con un claustro y un museo de
arte sacro, además de un retablo del siglo XVII y ocho capillas
ricamente adornadas con retablos, escudos policromados en madera y
esculturas.
Curiosidades 17. Parto
La
Iglesia de San Juan, en Villanueva de la Nía, Valderredible, fue
levantada a principios del siglo XII probablemente sobre un antiguo
monasterio. Uno de sus canecillos representa a una mujer dando a luz.
Escenas similares de parto pueden hallarse en obras románicas
navarras (San Martín en Artaiz), sorianas (San Miguel Arcángel,
población de Andaluz) o en la colegiata cántabra de Cervatos y en
la iglesia también cántabra de San Juan de Raicedo. Partos y
embarazos debían ser frecuentemente representados, aunque los
ejemplos que nos han llegado son escasos.
Curiosidades 7. El abad
La
colina sobre la que se asienta la Catedral de Nuestra Señora de la
Asunción de Santander albergó las termas romanas de la ciudad.
Hacia el siglo VIII se levanta un primitivo santuario, dando paso a
un monasterio del que se tienen noticias en el siglo XI. El aspecto
exterior actual se debe a las reformas (siglos XVI, XVII), en
especial la sufrida tras el incendio de la ciudad en 1941.
El claustro de esta catedral medieval cobija bustos, claves, capiteles y tapaderas de sepulcros. Una de las tapaderas procede de San Bartolomé de los Montes y muestra a este abad del siglo XV.
El claustro de esta catedral medieval cobija bustos, claves, capiteles y tapaderas de sepulcros. Una de las tapaderas procede de San Bartolomé de los Montes y muestra a este abad del siglo XV.
Curiosidades 2. Las marcas de "afilado"
Aparte
de símbolos, marcas de cantero, iniciales centenarias o fechas, los
edificios religiosos presentan en bastantes ocasiones lo que parecen
ser marcas causadas por cuchillas, como si con frecuencia se hubiese
afilado algo contra los muros. Algunos cuentan que las marcas son
debidas a la operación de afilar puntas de lanza y cuchillos. Otros,
como el párroco de la Colegiata de San Martín de Elines (imagen),
aluden a la operación de raspar y afilar "lesnas",
punzones empleados para hacer agujeros.
THC 18. Ermita rupestre de Cambarco
(nota:
el texto resume la información oficial sobre la llamada Ermita
rupestre de Cambarco, aparte de comentarios personales sobre su
entorno. Es necesario dejar constancia de la existencia de argumentos
que ponen en cuestión que la ermita sea tal, y apuntan a su origen y
utilización como bodega).
La población lebaniega de Cambarco guarda un raro testimonio de la religiosidad de finales del siglo VIII, principios del IX. A la orilla misma del río Aniezo, ruidoso con el deshielo primaveral, en un paraje que sugiere no haberse visto alterado en siglos, encontramos una cavidad artificial con planta de cruz griega.
La roca en la que se practicó la cavidad es pizarrra, de fácil trabajo, pero propicia para los desplomes. Por esta razón las paredes del covacho fueron reforzadas con muros de sillarejo. Se dispone en tres ábsides con forma de trébol y nave central con tres arcos rebajados que sostienen la estructura de la ermita. El modelo constructivo es paleocristiano oriental o bizantino, dentro de la tradición hispano visigoda.
Sus pequeñas dimensiones hacen suponer su carácter privado, o bien, que perteneció a un convento próximo.
La ermita rupestre de Cambarco nos recuerda un tiempo de razias árabes en la comarca de Liébana , y de gran concentración de conventos y monasterios asentados en estas tierras montañosas protegidas naturalmente de los invasores.
La población lebaniega de Cambarco guarda un raro testimonio de la religiosidad de finales del siglo VIII, principios del IX. A la orilla misma del río Aniezo, ruidoso con el deshielo primaveral, en un paraje que sugiere no haberse visto alterado en siglos, encontramos una cavidad artificial con planta de cruz griega.
La roca en la que se practicó la cavidad es pizarrra, de fácil trabajo, pero propicia para los desplomes. Por esta razón las paredes del covacho fueron reforzadas con muros de sillarejo. Se dispone en tres ábsides con forma de trébol y nave central con tres arcos rebajados que sostienen la estructura de la ermita. El modelo constructivo es paleocristiano oriental o bizantino, dentro de la tradición hispano visigoda.
Sus pequeñas dimensiones hacen suponer su carácter privado, o bien, que perteneció a un convento próximo.
La ermita rupestre de Cambarco nos recuerda un tiempo de razias árabes en la comarca de Liébana , y de gran concentración de conventos y monasterios asentados en estas tierras montañosas protegidas naturalmente de los invasores.
TCH 12. Ermita de San Román de Moroso, Bostronizo
Escondida
en los montes de Bostronizo, en un entorno prácticamente inalterado
por el paso de los siglos y la acción humana, a tiro de piedra de un
vetusto poblado fortificado cántabro y rodeada de leyendas: hoy toca
visitar la Ermita de San Román de Moroso.
De pequeñas dimensiones y notable altura, sorprenden sus sólidos muros de sillares perfectamente regulares, y su ábside cuadrado. Pudiera remontarse al siglo X, si bien la campa situada al norte de la ermita alberga una necrópolis en la que se desveló la existencia de buen número de tumbas de lajas y sarcófagos, así como una vasija litúrgica visigótica. La primera referencia escrita del templo de San Román de Moroso se remonta a 1.119.
En el interior, la nave queda separada del ábside por un arco triunfal en forma de herradura. La cabecera de la ermita queda orientada al este, quedando el acceso al templo (algo muy poco frecuente) al norte. El acceso repite la forma de herradura, su arco se apoya en dos columnas rematadas en capiteles estriados. La espadaña es un añadido del siglo XVIII.
Modillones característicos del mozárabe sostienen el alero del tejado, con destacadas decoraciones de flores de cuatro, seis y ocho pétalos, círculos y esvásticas.
De pequeñas dimensiones y notable altura, sorprenden sus sólidos muros de sillares perfectamente regulares, y su ábside cuadrado. Pudiera remontarse al siglo X, si bien la campa situada al norte de la ermita alberga una necrópolis en la que se desveló la existencia de buen número de tumbas de lajas y sarcófagos, así como una vasija litúrgica visigótica. La primera referencia escrita del templo de San Román de Moroso se remonta a 1.119.
En el interior, la nave queda separada del ábside por un arco triunfal en forma de herradura. La cabecera de la ermita queda orientada al este, quedando el acceso al templo (algo muy poco frecuente) al norte. El acceso repite la forma de herradura, su arco se apoya en dos columnas rematadas en capiteles estriados. La espadaña es un añadido del siglo XVIII.
Modillones característicos del mozárabe sostienen el alero del tejado, con destacadas decoraciones de flores de cuatro, seis y ocho pétalos, círculos y esvásticas.
THC 4. Iglesia rupestre de Arroyuelos, Valderredible
Es
una cavidad de uso litúrgico realizada por el hombre en un peñón
arenisco del municipio de Arroyuelos. Estuvo dedicada a San Acisclo y
Santa Victoria. La roca en realidad es arena compactada en la que se
aprecia gran número de cantos rodados, lo cual facilitaba el
excavado y tallado manual con simples herramientas metálicas.
Su interior presenta dos plantas, con ábside y arco triunfal labrado en forma de herradura y tradición mozárabe. El ábside se completa con un banco corrido también tallado sobre la blanda roca. Sorprende la monumental columna. Unos escalones conducen a la segunda planta y a una especie de tribuna. Se aprecian huecos que debieron servir para fijar vigas y un suelo de madera que separaría ambas plantas.
En el exterior podemos conocer una necrópolis de unas 7 tumbas excavadas en roca, una de ellas con moldura para encajar la cubierta, y otra claramente infantil, orientadas con la cabecera hacia el ocaso.
Las iglesias rupestres de Valderredible suelen relacionarse con el proceso de repoblación del sur de la cordillera cantábrica hacia el año 800. La datación de la iglesia rupestre de Arroyuelos es controvertida, en torno al siglo X. Algunos autores relatan que iglesias excavadas como la de Arroyuelos cumplieron función litúrgica, también sirvieron como eremitorios apartados de núcleos de población (no es el caso de Arroyuelos). Finalmente, se apunta su función defensiva, ante la imposibilidad de acceder a su interior o ser incendiadas.
La iglesia es tal vez la más monumental de las iglesias rupestres que conserva Valderredible (y Cantabria). Su exterior impresiona y los vecinos estarán encantados de mostraros su interior. Es un buen ejemplo de la importancia de conservar el patrimonio histórico cántabro. La iglesia, y sus numerosos visitantes a lo largo del año, sin duda sirven para dar vida a la pequeña población.
Su interior presenta dos plantas, con ábside y arco triunfal labrado en forma de herradura y tradición mozárabe. El ábside se completa con un banco corrido también tallado sobre la blanda roca. Sorprende la monumental columna. Unos escalones conducen a la segunda planta y a una especie de tribuna. Se aprecian huecos que debieron servir para fijar vigas y un suelo de madera que separaría ambas plantas.
En el exterior podemos conocer una necrópolis de unas 7 tumbas excavadas en roca, una de ellas con moldura para encajar la cubierta, y otra claramente infantil, orientadas con la cabecera hacia el ocaso.
Las iglesias rupestres de Valderredible suelen relacionarse con el proceso de repoblación del sur de la cordillera cantábrica hacia el año 800. La datación de la iglesia rupestre de Arroyuelos es controvertida, en torno al siglo X. Algunos autores relatan que iglesias excavadas como la de Arroyuelos cumplieron función litúrgica, también sirvieron como eremitorios apartados de núcleos de población (no es el caso de Arroyuelos). Finalmente, se apunta su función defensiva, ante la imposibilidad de acceder a su interior o ser incendiadas.
La iglesia es tal vez la más monumental de las iglesias rupestres que conserva Valderredible (y Cantabria). Su exterior impresiona y los vecinos estarán encantados de mostraros su interior. Es un buen ejemplo de la importancia de conservar el patrimonio histórico cántabro. La iglesia, y sus numerosos visitantes a lo largo del año, sin duda sirven para dar vida a la pequeña población.
5 jun 2013
autor López Campillo